Almacenes en propiedad: se trata de aquellas instalaciones que pertenecen a la empresa y, por lo tanto, suponen un activo para esta. La empresa espera obtener ciertas ventajas y rentabilizar la inversión realizada en el edificio y equipos. Este tipo de almacen resulta rentable cuando su utilización es constante o se trabaja con mercancias que requieren un almacenamiento especializado. Por ejemplo, laboratorios, fabricantes de productos químicos,etc,.
Almacenes en alquiler: son propiedad de compañias que se dedican a ofrecer servicios de almacenaje. Empleados con frecuencia en negocios cuya producción es de temporada o a corto plazo. Se puede pactar solo el uso del local y las instalaciones o también con servicios logísticos. Sus ventajas son: no se necesita realizar inversión alguna; permite cambiar la ubicación del almacén; los costes son variables, en proporción directa al tiempo o el espacio que se utiliza.
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